Stephanie Kwolek fue una ingeniera química que inventó el poliparafenileno tereftalamida conocido como Kevlar®, una fibra de alta resistencia, color dorado, que puede ser hasta cinco veces más resistente que el acero y que en la actualidad es utilizada en la elaboración de chalecos antibalas.
Stephanie nació el 31 de julio de 1923 en la ciudad de New Kensington (Pensilvania). Desde pequeña mostró habilidades en las ciencias naturales y a pesar de que ella quería ser diseñadora, disfrutaba tanto de sus clases de ciencia y matemáticas que terminó especializándose en ciencias en sus niveles de educación media superior y superior.
Stephanie soñaba con ser médico y salvar vidas, pero para costearse la facultad de medicina primero tenía que trabajar. Con ese propósito, ingresó al Instituto Tecnológico de Carniegie y, en 1946, se graduó con un bachiller universitario en química.
Justo después de terminar su carrera, inició a trabajar en DuPont, una empresa dedicada a varias ramas de la química industrial y qué le cambiaría su vida. Le gustó tanto su trabajo como química polimérica, que al poco tiempo dejó de pensar en la medicina y se centró en su nueva pasión.
Cuatro años después, fue transferida al laboratorio de investigación de fibras textiles de la misma empresa donde trabajó con polímeros de baja temperatura, que al disolverse pueden convertirse en fibras delgadas. Un grupo específico de esos elementos era capaz de producir fibras resistentes que se descomponían a altas temperaturas.
Fue en 1965 que descubrió un polímero líquido que poco después se conocería como Kevlar®. Stephanie se encontraba realizando experimentos con polímeros, cuando llegó a resultados que consideraba erróneos, esto es por que el Kevlar® es una solución cristalina mientras que la mayoría de estos elementos son de consistencia viscosa. Es por esto que Kwolek pensó, en un principio, que el descubrimiento había sido un accidente. Sin embargo, en 1971 ese “error” se convirtió en su primera patente.
Los primeros usos del Kevlar® se dieron en neumáticos dado que su descubrimiento se dio en la búsqueda de materiales resistentes para su fabricación, pero actualmente se usa en el diseño de artículos espaciales, cables submarinos, cascos y frenos de automóviles. Además el uso más común es en la fabricación de chalecos antibalas usados por policía y militares a nivel mundial.
Kwolek continuó trabajando en Dupont incluso hasta después de su retiro. Su carrera profesional estuvo llena de logros, logrando 17 patentes y múltiples reconocimientos.
A pesar de su gran descubrimiento, Stephanie aceptaba el hecho de que su camino habría sido la bioquímica, con tal de poder salvar más vidas que las ya salvadas con la invención del Kevlar.
Siempre activa, siguió trabajando para acercar a los jóvenes a la ciencia. Se centró especialmente en las niñas y fue mentora de muchas estudiantes e investigadoras.
Creo que hay que inspirar a la gente joven para que crean en ellos mismos y no tengan miedo a pensar de forma diferente.
Stephanie Kwolek
Durante los últimos años de vida, disfrutó de sus pasatiempos favoritos: costura y jardinería. Stephanie murió el 18 de junio de 2014 a los 90 años de edad dejando una historia de dedicación, esfuerzo y superación que será recordada por muchas generaciones.
Como Stephanie, en veces tenemos que elegir un camino diferente al que soñábamos y aunque vayamos por un camino desconocido, con dedicación, conocimiento, intuición, creatividad y trabajo duro, seguramente obtendremos resultados favorables.
Cuando menos lo esperes un "error" se puede convertir en tu próxima "patente".
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